El cesto de los tesoros
El cesto de los tesoros es una propuesta
de juego ideada por Elinor Goldschmied que ofrece a los niños y niñas en el
primer año de vida (cuando son capaces de mantenerse sentados) la
posibilidad de descubrir el mundo a partir de su propia actividad.
Es una actividad sistematizada que
responde a la demanda de exploración y actividad autónoma (no dirigida)
de los niños, poniéndolos en contacto con una variedad de objetos y
elementos adecuados, que no tiene una finalidad única y predeterminada,
sino que ofrece el máximo de oportunidades de estimulación del
desarrollo infantil.
La posición de estar sentado aporta al
bebé un nuevo punto de vista, un mayor dominio sobre su entorno
inmediato, sus ojos y sus manos alcanzan todo mucho mejor. Sólo puede
tocar aquello que los adultos ponemos a su alcance. Así cobra gran importancia el cesto de
los tesoros, como fuente de estímulo y de conocimiento, aprovechando esa
inamovilidad que tanto favorece la concentración del niño.
Los objetos y materiales diferentes son
seleccionados cuidadosamente para que proporcionen al niño una amplia
gama de experiencias sensoriales que estimulen sus cinco sentidos, y sus
primeros movimientos corporales. Con los objetos del cesto, los niños
reciben muchas más “informaciones” que con los juguetes convencionales
(que se compran en las tiendas), porque le ofrecen referencias claras
sobre la textura, peso, olor, sabor, temperatura y consistencia.
El juego Heurístico
Es una actividad de
juego, donde los niños y niñas interactúan con diferentes tipos de
material. Es una continuación del cesto de los tesoros y se inicia desde
que el niño comienza a desplazarse, hasta los 24 meses.
En la escuela se trabaja desde un enfoque
constructivista. El
niño o niña es el protagonista de sus aprendizajes (investiga, descubre, experimenta, etc),
parte de lo que sabe cada niño, facilita el aprender de él y de los
otros. Favorece el aprendizaje por descubrimiento, el conocimiento de la
realidad, la autoestima y respeta el ritmo y las necesidades de cada
niño.
Al igual que en el cesto de los tesoros,
el juego heurístico también desarrolla capacidades cognitivas
(comprender, relacionar, conocer, etc), perceptivas (visión, oído, tacto,
gusto, olor), corporales (motricidad gruesa, fina), éticas (respetar,
colaborar, etc), afectivas (disfrutar, valorar, querer, etc), sociales
(colaborar, compartir, etc).Los niños descubren a través de los
sentidos las características de los objetos que manipulan, realizando
así nuevos aprendizajes.
Además del aprendizaje del niño, el
juego heurístico propicia la colaboración y relación de las familias con
la escuela, aportando los materiales. El material utilizado en estas sesiones
debe ser objetos naturales, de piel, metal, papel, madera, cartón,
corcho, evitándose los materiales plásticos o los juguetes.
La sesión de juego heurístico se divide
en dos partes muy importantes. La primera es la fase del juego, donde
los niños experimentarán con los objetos y la segunda es la fase de
la recogida en la que tendrán que clasificar y organizar el material en
su lugar correspondiente. En estas sesiones, el material se coloca
en tres focos, en los que colocaremos tres tipos diferentes de
materiales y a los que les añadiremos contenedores (objetos también
naturales con los que el niño y niña puede transportar, trasvasar, etc, los
materiales durante la sesión). Para la recogida del material utilizamos sacos o bolsas en los que los niños organizan los materiales.
La duración de la sesión es de 40 minutos
aproximadamente, dependiendo del interés de los niños y del
desarrollo de la misma, de los cuales se utilizan 20-25 minutos para el
juego y el resto para organizar el material. El espacio del aula debe de ser lo más
amplio y diáfano posible, evitando los materiales que pudieran distraer
su atención. También es necesario crear un clima tranquilo con el menor
número de interrupciones posibles.
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